domingo, 27 de septiembre de 2020

He cumplido un sueño: hacer rúbricas en moodle

 Sí, aunque no lo crean. Siempre quise hacerlas así. La verdad, que nunca busque un tutorial sobre esto, vaya a saber por qué. A través de los cursos que he realizado en EaD de la UNCuyo, siempre me gustó como se veían y lo cómodas que parecían para evaluar.

He utilizado muchas veces rúbricas, pero siempre lo hacía con un documento adjunto. Nunca así.  Por lo tanto, en lo que respecta al uso de la herramienta, estoy más que satisfecha. No tuve problema alguno, quedará para mi aula verdadera probar cuánto facilita la corrección porque con el documento adjunto debía mandar como mínimo 30 archivos adjuntos.

Desde hace años, me inclino por la evaluación formativa y por la integración de saberes para la elaboración de un producto final, que dé cuenta de los aprendizajes que tuvieron que realizar para concretarlo. Por eso, al leer o ver los videos propuestos, tanto los de Ravena como los de Castañeda, más algunos que vi de Anijovich (a quien jamás me cansaré de escuchar y leer), leí muchas de las conclusiones a las que había arribado desde hace años. Reconozco que muchas veces, ante la inminencia de las evaluaciones y de los cierres de cuatrimestre, uno opta por un camino un tanto conocido como son los cuestionarios. No reniego de ellos, puse un par en mi propuesta; pero como instrumentos de autoevaluación, o sea para que el alumno verifique si hizo o no una buena lectura de la bibliografía.

Rescato, algo que me aún me genera temores, y que también extraño mucho: la retroalimentación. ¿Qué necesaria que es la evaluación de nuestros colegas, pero por sobre todo de nuestros alumnos? En este contexto, extraño sus gestos, de sorpresa o de hastío, pero gestos al fin. Por eso, aunque mis colegas, no me lo sugirieron coloqué al final una reunión por meet para evaluar junto con mis alumnos este recorrido o trabajos encadenados que les propuse para llegar al producto final: la secuencia.

Escuché más de una vez la retroalimentación que me hicieron mis colegas y seguí sus consejos; en base a ello modifiqué mi instrumento. Este curso me ha enseñado en pocos días la potencialidad de herramientas como padlet (que ya conocía, pero no deja de sorprenderme al descubrir que puedo grabar audio y video directamente) y de las aulas moodle.

Sin duda, uno continuamente debe evaluar cuánto sabe y cuánto debemos mejorar aún. Nunca terminamos de retroalimentarnos.

Un abrazo y los sigo leyendo.




lunes, 21 de septiembre de 2020

Retroalimentar y alimentarnos: cuando uno evalúa también aprende

Una nueva semana terminada en el curso de EVALUACIÓN EN AMBIENTES DIGITALES, de EaD- UNCuyo.

 Otra vez trabajando en grupo, la virtualidad nos ha obligado a trabajar en grupo con desconocidos a través de videollamadas o grupos de whatsapp. A esta altura del año estamos más que "cancheros" en estos menesteres.

Esta semana nos tocó difícil: evaluar colegas y ser evaluados por ellos. Pero como siempre lo mejor es empezar por el principio, lo haré así.

Primero, tuvimos que organizar grupos: NOSOTROS. Considero que esto le confiere mayor responsabilidad a la tarea porque al ser pocos en el grupo y el haber ingresado voluntariamente a él uno siente que no puede dejar a sus compañeros. Por el contrario, debe comprometerse con ellos. Me tocó un grupo de mujeres prácticas con las que rápidamente resolvimos la actividad y nos pusimos de acuerdo en quién la compartiría.  Los resultados de nuestra encuesta fueron estos. 

Con respecto a la retroalimentación del trabajo de un compañero, me sorprendió gratamente los trabajos que elegí, puramente al azar, porque ya muchos habían hecho las devoluciones. Elegí un instrumento de evaluación para hacer aplicado en una escuela secundaria agrícola, donde realizarían una huerta y se los evaluaría mediante un portafolio. El segundo seleccionado era para hacer aplicado en la cátedra de Derecho ambiental de la carrera de Abogacía. Ambos trabajos, tenían puntos en común el cuidado del medio ambiente y además, estaban muy bien pensados. Solo hice unas sugerencias en torno a la retroalimentación y, al hacer esos aportes, me di cuenta que eso también le falta a mi trabajo Luego de haber evaluado los trabajos de mis colegas, me di cuenta que el mío también necesita ser afinado en el mismo punto.

Para finalizar, leí y escuché mis retroalimentaciones y vi que lo mismo que había notado yo en mi trabajo, me lo sugerían mis colegas.

¡Alimentada y retroalimentada, quedo a la espera de qué me depara la próxima actividad!



domingo, 13 de septiembre de 2020

EvaluARTE: evaluar es un arte y con TIC, un reto

 En medio de una Pandemia, parece que el Mundo se detiene; sin embargo no ha sido así. Estamos llegando a fin de año y es momento para evaluarnos, coevaluarnos y autoevaluarnos.

¡Tarea más que difícil! ¿Este curso podrá superar al anterior en dificultad? No sé, hasta la dudo, porque hacer el objeto fue algo que no creí posible y, sin embargo, lo hice y me sirvió para dejar preparadas algunas de mis clases del cuatrimestre. 

 Lo primero que hice fue leer todo el material y ver los videos señalados. Parece obvia esta actividad, pero como docente sé que muchos se lanzan a la aventura de producir sus trabajos prácticos y mientras van haciéndolos leen los documentos a las corridas. Después de tantos golpes trato de no cometer esos errores.

Motivada por  la experiencia del curso anterior, decidí continuar con la premisa de trabajar sobre mi práctica inmediata. Por lo tanto me pareció pertinente formalizar mediante un escrito lo que dentro de la cátedra de Didáctica de la Lengua y la Literatura estamos realizando en vistas al segundo parcial. El objetivo fue dejar por escrito algunas de las ideas que ya estamos ejecutando, pero que solo están sustentadas por la lista de trabajos prácticos en el programa o por notas a mano en nuestros cuadernos.

Esta decisión me obligó a volver al plan de estudios y corroborar que estemos desarrollando las competencias que allí se estipulan. Luego fui a nuestro programa y seleccioné las dos unidades que serán evaluadas en el 2° parcial, miré allí cuáles eran los temas y sus correspondientes trabajos prácticos. Prioricé entre ellos los que estaban relacionados con la competencia seleccionada en el plan de estudios y dejé de lado los que no me parecían pertinentes. 

Seleccioné como instrumento una serie de trabajos encadenados, combinados con cuestionarios de autoevaluación y con un diario de reflexión, al cual llamé "diario metacognitivo". Como el recorrido parecía complejo, lo  visualicé en genial.ly.


¿Y las TIC?

Otra de las decisiones que tomé fue cómo iban a estar presentes las TIC en mi propuesta. Primero, en la presentación del itinerario ya que incluí una infografía que muestra el proceso de esa manera mis alumnos pueden visualizar qué se espera de ellos y las tareas a realizar para lograr el objetivo.

Segundo, el hecho de compartir el "diario" nos permite observar  e intervenir en las posibles dificultades. Esta es una forma de autoevaluarse y de facilitar la heteroevaluación observando el proceso.

Por último, la presentación de las secuencias a través de un enlace publicado en padlet junto con una imagen que simbolice el recorrido plasmado en el diario.



Les dejo aquí el enlace al instrumento. ¡Feliz del nuevo comienzo! ¡Gracias por leer!